Tenues sombras bailan alrededor de una horda de fuego y aire, asombrados gritan frenéticamente porque la luz es bella, porque el crujir de la madera es un sonido sublime; extasiados por el fulgor de la noche caen en cuenta que la vida es un ciclo circular y tarde o temprano regresarán ahí, al lugar de siempre. Se nace y se muere constantemente.

De las cenizas surgen nuevas formas, el viento trae consigo neófitos elementos, en las mentes en letargo revive el deseo de hacer y deshacer, de fundir, estirar y cortar. Almohadón de Plumas (re)nace, aún respira y desea gritar nuevamente, esta vez con mayor fuerza.

La mente no descansa, al contrario, vuela afanosamente en busca de un algo extraviado en el conciente. Las plumas trabajan, los sueños invitan, hacerlo dormido o despierto, pero soñar, soñar y no empezar a perecer antes de haberlo intentado.

Cuatro son las facetas, cuatro estilos semejantes entre si: Ensueño, Vigilia, Sueño e Insomnio, diferentes formas de plasmar e interpretar, de leer, de soñar. Escapa con nosotros sin cerrar los ojos pues el viaje será largo.